viernes, 7 de marzo de 2014

Las almazaras de Badajoz concentran más del 75% del negocio del aceite de oliva extremeño, que ha superado las 50.000 toneladas

Extremadura pasa por ser la tercera región española en producción de aceite de oliva, con una media anual en torno a las 50.000 toneladas. La región es una de las cinco más importantes por número de almazaras, con 117, de ellas 77 en la provincia de Badajoz y 40 en la de Cáceres. La región dispone de 226.000 hectáreas dedicadas a olivar, la gran mayoría en pequeñas explotaciones familiares. El 74% de las mismas se concentra en la provincia de Badajoz.
En los últimos años, se ha producido la entrada en el mercado extremeño de grandes grupos productores de olivar superintensivo o en seto, desde el gigante portugués Sovena -interproveedor de aceites de Mercadona-, con una finca de 1.000 hectáreas en el municipio de Gargáligas, hasta el grupo Innoliva, ligado accionarialmente a los propietarios de Ferrovial, en Peraleda de Zaucejo.
Gran parte del aceite de oliva extremeño se exporta cada campaña a granel hacia Italia, siendo Portugal es segundo destino en importancia.
Grandes envasadoras
El aceite de oliva virgen extremeño sigue siendo valorado, y prueba de ello es que los mayores grupos envasadores del mercado español -Deoleo-Carbonell, Sovena-Hacendado y Acesur-La Española- siguen comprando cada año parte de su suministro en nuestra región.
Buena campaña
Tras una mala campaña 2012/2013, igual que ocurrió en toda España, donde la producción regional no pasó de las 25.000 toneladas, los industriales de aceite de la región esta campaña se han superado las 50.000 toneladas.
Este año además, por la tardanza en la maduración, los aceites obtenidos van a ser más afrutados, cualidad que es valorada por los grandes compradores españoles y extranjeros del sector.
Almazaras gourmet
En el mercado extremeño de envasado coinciden tanto grandes grupos cooperativos como Acenorca, Agrupación de Cooperativas del Jerte, Acorex, Acopaex, Viñaoliva, La Unidad, La Milagrosa o San Pedro de Guareña, con empresas privadas tradicionales y un pujante número de  almazaras gourmet que han orientado en los últimos años su producción hacia aceites de oliva virgen extra premium para la exportación.
Poco rentable
Sin embargo, los problemas estructurales del olivar y del aceite de oliva regional se mantienen con los años. Entre ellos, la fuerte atomización de las explotaciones olivareras que dificulta su rentabilidad a precios como los actuales, con cotizaciones de entre 0,25 y 0,32 céntimos de euro por kilo de aceituna para almazara.
Otro de los grandes problemas a los que se enfrenta el sector es el escaso volumen de litros de aceite producido por almazara en la región, que se agrava aún más en el caso de la provincia de Cáceres. Por ejemplo, el pasado año, más del 75% del aceite producido lo fue en las almazaras de Badajoz. Hay almazaras de la provincia de Cáceres que tienen que vivir todo el año de molturar unos pocos cientos de toneladas de aceituna.
Como ejemplo, hay almazaras cooperativas en la provincia de Jaén, como la de Villacarrillo, considerada la mayor del mundo, que pueden molturar por sí sola la mitad de la producción de aceite de oliva de Extremadura entera en un año normal.
Además, por sus variedades más habituales (verdial, cornezuelo, manzanilla cacereña) y sobre todo por su orografía, el olivar extremeño presenta una baja productividad, en torno a los 196 kilos de aceite por hectárea frente a los 610 kilos de media de Andalucía o los 234 kilos de Castilla-La Mancha, primera y segunda productora española.
Extremadura es también la segunda productora española de aceituna de mesa, con unas 90 industrias entamadoras, muy volcadas en la exportación, y concentradas sobre todo en Tierra de Barros (Badajoz) y en las comarcas del norte de Cáceres.

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